Cómo desmanchar la ropa blanca usando blanqueador

Las manchas que son tratadas de inmediato, como por ejemplo de café o vino, usualmente pueden ser eliminadas por completo en la lavadora, mientras uses el blanqueador adecuado y un buen detergente. Pero a veces encontramos unas manchas amarillas en la ropa blanca o los manteles que han estado guardados por meses.

Por supuesto, es mejor tratar las manchas inmediatamente, pero también es posible quitar manchas viejas, si las remojas o las tratas antes de lavar la tela. La ropa blanca apta para blanqueador, como el algodón o el poliéster, debe ser lavada después de remojarla en una solución de Clorox® Disinfecting Bleach, mientras que las telas que contienen algo de spandex (licra o elastano) deben ser pretratadas con Clorox 2® for Colors.

Mientras más fresca sea la mancha, más fácil será eliminarla con tan solo lavarla en la lavadora utilizando el producto blanqueador adecuado. Sin embargo, las manchas que han estado en la tela por varios días a menudo requieren más esfuerzo para ser eliminadas y es necesario ponerlas en remojo o realizar un pretratamiento antes de lavarlas. En otras palabras, mientras más pronto te encargues de una mancha, menos trabajo te costará quitarla. Las etiquetas de cuidado de la ropa te indicarán de qué está hecha la tela, para que puedas saber qué producto debes utilizar.

Si guardaste artículos blancos que estaban “limpios” como camisas, sábanas o manteles, pero meses después descubres que tienen manchas amarillas, es probable que estas nuevas manchas tengan un componente aceitoso que no salió por completo cuando los lavaste antes de guardarlos. Los detergentes que iluminan las telas, conocidos como brighteners, pueden ocultar las manchas, pero, con el tiempo, el aceite se oxida y se torna amarillento.

En estos casos, la clave es disolver el aceite primero con detergente de lavar platos para que el blanqueador pueda hacer su trabajo y elimine la mancha por completo. El pretratamiento con detergente para platos, seguido de un remojo o un pretratamiento, dependiendo de la tela, es una excelente técnica para usar cada vez que no tengas certeza de qué causó la mancha.